Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) e hiperactividad
Puede ser muy, muy difícil distinguir la diferencia entre el TDAH y la hiperactividad. Aunque un gran porcentaje de niños en edad escolar sufren de TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad), hay muchos niños que están mal diagnosticados por los profesionales, recibiendo tratamientos erróneos, con el gran peligro que esto conlleva.
Un mal diagnóstico de TDAH no sería tan malo si no fuera por el hecho de que la mayoría de los niños diagnosticados con TDAH comienzan casi inmediatamente consumiendo medicamentos.
Los medicamentos para el TDAH se consideran narcóticos de clase II . La cocaína, la morfina y las anfetaminas pertenecen también a esta mismo clase… Además, estos medicamentos son adictivos si se utilizan a largo plazo, y pueden estimular los síntomas de abstinencia si se dejan de consumir demasiado rápido.
¿Verdad que nunca le darías a tu hijo una sustancia de clase II si no fuera totalmente necesario?, debes extremar la precaución al abordar el tratamiento del TDAH.
¿Cómo, entonces, puedes diferenciar entre el TDAH y la hiperactividad? ¿Cómo puedes saber si tu hijo sufre de TDAH o simplemente es hiperactivo? Hay tres síntomas principales de TDAH:
1) Hiperactividad maníaca: La razón principal por la que es tan difícil distinguir entre el TDAH y la hiperactividad es que ambos están clasificados por la hiperactividad. Mientras que un niño normalmente activo (o incluso un poco hiperactivo) es capaz de quedarse quieto y concentrarse por períodos cortos de tiempo en un ambiente como una clase por ejemplo, a un niño con TDAH le resulta imposible. Estos niños están constantemente en movimiento, parece que nunca van a parar de moverse.
2) La falta de atención. La razón por la que los médicos y psiquiatras dudan en diagnosticar a un niño con TDAH antes de entrar en la escuela es que hasta ese momento la poca capacidad de atención se considera un desarrollo normal. El déficit de atención en la etapa en la que el niño está en la escuela es un signo alarmante de que un niño sufre de TDAH. Estos niños a menudo reciben malas calificaciones debido a la incapacidad para concentrarse en sus lecciones y trabajos, y con frecuencia son reprendidos por los maestros debido a su tendencia a dejar sin hacer los trabajos mientras sueñan despiertos.
3) La impulsividad. Todos los niños tienen un comportamiento impulsivo de vez en cuando, pero todo tiene un límite, si el niño tiene ideas locas como saltar desde la mesa o temeridades similares, probablemente padezca de TDAH. Estos niños son a menudo considerados como sin tacto y groseros.
Puede ser difícil reconocer la diferencia entre el TDAH y la hiperactividad, y más aún reconocer cuando la hiperactividad es lo suficientemente grave como para justificar el tratamiento.
Es por esto que es de vital importancia que un niño nunca sea diagnosticado con TDAH sin haber sido evaluado por un médico. Una mala decisión podría arruinar la vida de tu hijo, disculpa si soy pesado repitiendolo tantas veces, pero es importante que el diagnóstico sea totalmente certero.
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